Dar el mejor trato al cliente es una premisa esencial en la hostelería. Según el Instituto Nacional de Estadística más de 4 millones de españoles tienen reconocida algún tipo de discapacidad. Teniendo en cuenta la función social que desempeñan los bares y restaurantes patrios, se hace necesario tener a estas personas en mente a la hora de gestionar todos los elementos del negocio.
Para ello, la Fundación ONCE, en colaboración con Hostelería de España y el Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad han elaborado una guía completa para no pasar por alto las necesidades que puedan tener.
■ Plazas de aparcamiento reservadas: En el caso de que el bar o restaurante contase con un espacio destinado al aparcamiento tendrá que haber un número de plazas reservadas a personas con discapacidad acorde a las legislaciones vigentes..
■ Itinerarios exteriores de acceso al establecimiento: El acceso al local desde la vía pública debe estar libre de obstáculos tanto a nivel de suelo como en altura, garantizando una anchura suficiente que permita a todas las personas girar, cruzarse y cambiar de dirección.
■ Entrada y puertas de acceso: La entrada debe de permitir el acceso o la salida de la clientela sin que exista una diferencia de nivel entre el interior y el exterior o, de existir un desnivel, habría que colocar una rampa de acceso. En cuanto al diseño y características de las puertas de acceso, debe adecuarse a los parámetros dictados por el Código técnico de la Edificación.
■ Terrazas y veladores: Ya sean estacionales o permanentes, las terrazas deberán alinearse a la zona más próxima al bordillo, respetando el itinerario de acceso al local. Los toldos no pueden colocarse de forma que sus elementos invadan el itinerario peatonal y su altura debe ser la suficiente para evitar accidentes.
En ningún caso la acera será invadida con elementos de cualquier tipo.